Mamá, una vez superada la “prueba de fuego” de los primeros días del tu bebé recién nacido, seguramente, ya te sientes familiarizada con las tomas al pecho o con el biberón, aunque es probable que estés acusando una falta de sueño importante, pero es que adaptarse al ritmo sueño-vigilia de nuestro recién nacido y compaginarlo con el día a día es bastante complicado en las primeras semanas, ya que el pequeño necesita un período de adaptación.

Pero ¿Cómo se está desarrollando nuestro bebé recién nacido en estas primeras semanas?

Desarrollo del recién nacido

Después de la pérdida de peso fisiológica de los primeros días, al término de la segunda semana de vida, el pequeño suele recuperar el peso del nacimiento. Más tarde, empieza a aumentar una media de 150-200 gramos a la semana (o incluso más) hasta el tercer mes.

Estas útiles pautas ayudarán a vigilar el peso de nuestro pequeño:

  • Pesar a nuestro hijo una vez a la semana, desnudo y en ayunas, a ser posible, siempre a la misma hora.
  • Pesar al bebé en una báscula de mesa provista de un plato ancho y envolvente. De este modo, evitaremos que el pequeño pueda caerse.
  • No olvidar anotar los datos para comentárselos al pediatra que controla el crecimiento del niño y que puede identificar deficiencias.

A pesar de los datos que obtengamos, no debemos obsesionarnos con el peso del bebé. Lo mejor es esperar a la visita del pediatra o la enfermera, que nos darán las pautas correctas y resolverán todas las dudas sobre el crecimiento y la alimentación del bebé.

Durante el primer mes, la respiración del bebé es irregular y algo ruidosa. Su principal misión será establecer un ritmo respiratorio constante. Otras tareas son dominar poco a poco acciones como el llanto, el estornudo, la tos, el bostezo y cualquier cosa que le suponga un esfuerzo.

Sus cinco sentidos ya están preparados para recibir estímulos y procesar informaciones básicas, así que es hora de estimularlos y facilitar su completo desarrollo.

Alimentación del recién nacido

Si le damos el pecho, estos consejos pueden ayudarnos a que sea más llevadero y completo:

  • Una vez producida la subida de la leche, la producción de leche debe regularse y adaptarse a las necesidades específicas del recién nacido.
  • Cuanto más y más a menudo succione, más leche se producirá.
  • Lo ideal es que se alimente a demanda, es decir, sin seguir un horario determinado, sino cuando el pequeño decida.
  • Tampoco debemos obsesionarnos por calcular cuánto tiempo pasa mamando: lo hará entre ocho y doce veces al día y a veces tardará más que otras en vaciar la mama.

En algunas tomas, puede tardar diez minutos en hacerlo y, otro día que esté más perezoso, puede tardar quizás el doble de tiempo. Habrá, incluso, otras ocasiones en las que simplemente succionará porque es algo que le tranquiliza y que puede usar para facilitar el sueño.

No apresuremos a nuestro recién nacido y, ante cualquier duda, consultemos a nuestro pediatra o matrona, que nos darán todos los consejos relacionados con su alimentación.

El sueño del recién nacido

Por lo que respecta al sueño, debemos tener presentes los siguientes aspectos:

  • El recién nacido duerme la mayor parte del día. Sin embargo, debe acostumbrarse a distinguir el día de la noche.
  • Lo ideal es que, durante el día, el recién nacido duerma con la luz y los sonidos habituales de la casa, sin esforzarnos por permanecer en silencio. Esto facilitará su adaptación posterior al entorno.
  • De noche, sin embargo, el ambiente debe ser tranquilo, silencioso y oscuro, para que el bebé entienda que son las horas de descanso de toda la familia y empiece a habituarse a dormir más horas de noche. ?

El sueño es vital para su desarrollo, así que el recién nacido deberá dormir la mayor parte del día, sólo permaneciendo en vigilia para algunas tomas y momentos puntuales de estímulo sensorial.

Consejos para el bienestar del recién nacido

En este período, nuestro hijo todavía no puede enfocar la cara de la persona que le coge en brazos. Pero, aunque no nos distinga, ya puede vernos y reconocer alguna de las voces, como la de mamá o papá, favoreciendo su tranquilidad y transmitiéndole seguridad.

En estas primeras semanas, el contacto con la mamá es total y continuo, tanto para alimentarse como para notar su presencia, que siempre le aporta serenidad. Le da seguridad y refuerza el vínculo materno-filial, fundamental para crecer sano y feliz.

Durante estos primeros días, además, deberemos cuidar de su cordón umbilical:

  • Es importante mantener en todo momento la herida del cordón limpia y seca. Para ello no es necesario usar ni alcohol, ni antisépticos, ni polvos de talco ni desinfectante.
  • Bastará con agua tibia, sin jabón, si hay algo de suciedad. Es importante, asimismo, usar pañales que cierren por debajo de la zona umbilical o, en su defecto, doblarlo hacia abajo para evitar infecciones.
  • En unos 7-15 días, el cordón se secará, ennegrecerá y se caerá solo.

El contacto piel con piel durante los primeros días, tanto con la mamá como con el papá, es muy beneficioso para favorecer tanto la lactancia como el vínculo entre los papás y el bebé. ¡No nos olvidemos de darle muchas caricias y mimos!

Cómo estimular al recién nacido

Nuestro bebé ha desarrollado su oído desde tu semana 24 de embarazo. Reconoce nuestra voz al igual que nuestro olor. Nada le estimulará más que oírnos y sentirnos.

El recién nacido está recibiendo multitud de estímulos a través de sus oídos a medida que su visión se va despertando.

¡El canal auditivo es uno de los mejores para estimular a nuestro bebé en esta etapa! Especialmente, si lo hacemos desde el contacto y el cariño.

Los beneficios de estimular el oído del pequeño con música en este período son innumerables:

  • El contraste entre las notas de los distintos ejercicios de lenguaje musical adaptado hará que nuestro bebé piense musicalmente.
  • Este tipo de estimulaciones afectivas son más eficaces y generan un mayor número de neurotransmisores. Los neurotransmisores son sustancias químicas presentes en el interior de las neuronas. Sirven para facilitar la transferencia de los impulsos nerviosos mediante la conexión neuronal (sinapsis), facilitando o inhibiendo un estímulo. Los neurotransmisores son la base de la actividad cerebral.

La forma más importante de ayudar a nuestro bebé a crecer y a desarrollarse es comunicándonos con él. Usemos una voz aguda y démosle caricias, abrazos y besos delicados. Un entorno rico en estímulos, comodidad y amor promueve muchas áreas del desarrollo de un bebé. Las investigaciones demuestran que a los bebés a los que se les habla durante los primeros años suelen aprender las habilidades del lenguaje con más facilidad que aquellos a los que no.

“Los recién nacidos están más interesados en sus cuidadores que en los juguetes u otros objetos.”

¿Y la Lactancia sensorial?

Cada ejercicio de estimulación sensorial durante la lactancia está específicamente pensado para que nuestro bebé entienda los cambios entre notas a la perfección. Además, también se refuerza el vínculo materno-filial. Con estas sesiones de lactancia sensorial, el pequeño irá memorizando todo tipo de patrones melódicos y rítmicos. Así, mejorará su capacidad lingüística y de aprendizaje mientras se nutre y se relaja.

En este sentido, es muy importante destacar que los beneficios de la estimulación sensorial a través del lenguaje musical se obtienen con la repetición de las audiciones.

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