Audición: Estimulación auditiva en bebés y niños

Juegos y trucos para estimular el sentido del oído del bebé de una forma óptima, controlada y segura.

El oído es un canal inicial que nos ayudará a comprender el mundo.

El sentido del oído nos permite estar en contacto con los sonidos que se encuentran a nuestro alrededor, incluso ya desde el vientre materno. Todos los sentidos son importantes y cobran su relevancia dentro del desarrollo del niño, pero el del oído, hace que percibamos información independientemente del esfuerzo que hagamos, al contrario que con la vista, por ejemplo. “Oímos incluso sin querer hacerlo” esto ocurre igual con el olfato, pero el sentido auditivo está presente de forma más inmediata.

En los bebés es el sentido más desarrollado y más sensible a cualquier estímulo, por lo que es importante llevar a cabo una correcta y óptima estimulación a edades temprana, siempre con cuidado de no generar sonidos demasiado estridentes o ruidosos que puedan perjudicar su ya delicada audición. Así como ocurre con el resto de sentidos, todos se complementan entre sí, proporcionando su trocito de información que ayudará a entender el conjunto de lo que ocurre en nuestro entorno.

También es muy importante jugar con vuestro hijo, estimularle y hablarle continuamente. Por ejemplo, ir hablándole y explicarle todo lo que hay en su entorno cuando lo paseamos en su cochecito o va cogido de vuestra mano. Es bueno explicarle todo aquello que vaya viendo y que le llame la atención. Es una buena manera de que vaya adquiriendo mayor riqueza de lenguaje.

Nuestro hijo tiene pérdida auditiva ¿qué hacer?


Recibir esta noticia es un momento de suma preocupación. Ante ello, una de las actitudes más comunes por parte de los padres es la incredulidad. Después de que el estado de alarma ha pasado y una vez confirmada la deficiencia auditiva en el niño, los padres son quienes ostentan un papel vital en la estimulación del lenguaje desde ese instante.

Asimismo, todos los miembros de la familia deberán concienciarse para afrontar los retos que se generan ante la presencia de un niño sordo en la familia.

En esta etapa, debemos considerar la estimulación auditiva como base de su rehabilitación.

Juegos y actividades para estimular el sentido del oído en niños

Existen juegos y trucos para estimular el sentido del oído del bebé  de una forma óptima, controlada y segura que ayudará que tu pequeño se familiarice con el mundo que le rodea. Recordad, papis y mamis: todos los ejercicios de estimulación han de llevarse a cabo con un volumen moderado y con buena dicción, en el caso del habla.

Actividades de estimulación auditiva para bebés

Escuchar música

Escuchar música

Como mencionábamos con anterioridad, el sentido del oído del bebé está activo antes de nacer. Ya en el vientre materno, sus oídos son capaces de captar vibraciones y algunos sonidos. La música tiene numerosos efectos positivos, antes y después de nacer. Entre sus beneficios, está la capacidad de crear un estado de tranquilidad y relajación automática en el bebé. Escuchar música es uno de los mejores ejercicios de estimulación temprana, ya que reduce mucho la tensión de los bebés y, además, ayuda a desarrollar su sentido.

Escuchar música clásica, instrumental, o canciones con ritmos más equilibrados y siempre a un volumen moderado. Nunca uséis auriculares con el pequeño. Siempre música ambiente y el bebé lo más alejado del foco del sonido.

Lectura para la estimulación de los sentidos

Lectura para la estimulación de los sentidos

La voz es importante para estimular el oído y cerebro de tu hijo. No importa que no comprendan aún lo que se les está diciendo. Por ello, una buena actividad sería leer historias y contar cuentos en voz alta, siempre modulando la voz y entonando diferentes tonos, sin obviar algún que otro gesto facial.

Ello seguro que les entretendrá, al mismo tiempo que les ayudará a desarrollar su comprensión de los sonidos y a potenciar su sistema auditivo.

Conversar

Conversar: una buena forma de motivar el habla y estimular su oído

Uno de los sonidos más bonitos y dulces para un bebé es el sonido de la voz de su madre. Conversar con el peque, hablarle despacio usando siempre una pronunciación clara y buena dicción, además de evitar gritos y ruidos fuertes.

Estas charlas ayudarán a estimular el sentido del oído del bebé, que poco a poco se familiarizará con las voces, las entonaciones e incluso comience a balbucear para imitar los sonidos. Esto ayudará a que adquiera el lenguaje progresivamente.

Sonidos con acompañamiento visual

Hacer sonidos con acompañamiento visual

Una actividad interesante y que ayudará a entender mejor para qué sirve la estimulación temprana es la de mostrarle objetos y reproducir el sonido que hacen, llamándolos también por su nombre, siempre de una forma clara y repetitiva. Por ejemplo, coger una campana y hacer el “ding dong”, o mostrarle el peluche de un perro y hacer el “guau guau”.

Sería idóneo que el sonido fuera unido a otros estímulos sensoriales como la vista, ya que esto ayudará a que el peque identifique la causa o motivo de determinado sonido.

Instrumentos o juguetes

Hacer ruido moderado con algunos instrumentos o juguetes

Aunque es habitual realizar este tipo de actividad, es muy efectivo para estimular el oído del bebé. Coger un sonajero y hacer que suene con ritmos diferentes, suele ser suficiente. Pero nunca está de más usar otro tipo de juguetes que les llamen la atención con su sonido: peluches sensoriales, cascabeles, incluso el tono del móvil puede valer siempre y cuando se utilice con un volumen moderado y alejado del bebé.

Si el pequeño lo escucha bien dirigirá la cabecita hacia el sonido inmediatamente. Repite la operación y ¡a disfrutar!

Jugar para estimular la audición a partir de los 5 años

Jugar y compartir con amigos

Jugar y compartir con amigos

A partir de los 5 y hasta los 6 años el niño necesita relacionarse y compartir por eso busca nuevos amigos con los que compartir sus momentos de juego. El niño empieza a tener una actitud más realista, cosa que se refleja en sus juegos con la introducción de roles en los personajes, por ejemplo. Además añade palabras más complejas en su vocabulario y se expresa mayoritariamente con el habla.

En el caso de los niños con discapacidad auditiva el hecho de relacionarse les obliga a buscar estrategias para comunicarse. Actuarán por imitación, se intentarán expresar de diferentes maneras, bien sea gestualmente o a través del propio juego, buscando sustitutos al habla y se harán entender; aunque es labor del familiar o del educador, propiciar los juegos con palabras y sonidos, pues es la única forma de que el pequeño vaya mejorando su habilidad lingüística y comprensiva.

El juego, un espacio lúdico, distendido y de relación, permite por un lado, que se desarrollen en su entorno natural, y, por otro lado, que se relacionen con los compañeros de juego y conozcan otra realidad. Aprenden, ya de pequeños, a integrar la diferencia. La interacción e inclusión de la diferencia sensibiliza y promueve valores como la cooperación, la empatía y la tolerancia.

Juegos grupales y fomentar la inclusión

Juegos grupales y fomentar la inclusión

De los 6 a los 7 años se acentúa la importancia de los juegos grupales y empiezan a detectar en el grupo de juego de niños y niñas, con quienes comparten gustos e intereses y con quienes no. Esto definirá la relación que mantendrán entre ellos: más o menos estrecha y/o intensa. La convivencia entre niños con discapacidad auditiva y niños sin problemas de audición promueve una educación más inclusiva y enriquecedora para las dos partes beneficiarias de ésta. Está en manos del educador, sobre todo, propiciar momentos en los que, tanto los peques sin deficiencia auditiva como los que la tienen, compartan ratos de ocio y actividad.

Sin embargo, en el momento de jugar se pueden presentar ciertas dificultades para que el niño o niña con alguna deficiencia auditiva, comprenda perfectamente el mensaje que se le intenta transmitir. Es por ello que, tanto el educador como el familiar, debe utilizar recursos visuales y gestuales para asegurar la buena comprensión de la dinámica del juego por parte del niño. También pueden reforzar los gestos con la facilitación de la lectura labial o asociando movimientos a palabras concretas. El educador se debe asegurar siempre de que el alumno con discapacidad auditiva puede verle toda la cara y su expresión.