Podríamos definir la música como el maravilloso mundo de la poesía en el aire; transmite belleza y emociones a todos por igual, incluso a los pequeños de la casa desde su nacimiento. Creemos en la magia de la música como medio de comunicación universal y por ello defendemos que todos los niños puedan disfrutar de ella, indistintamente de los obstáculos que puedan padecer por el camino. Y es que la música, junto con las risas y palabras de sincero afecto, deben ser la banda sonora de nuestras vidas. Como padres, nos entusiasma ver la dulce inocencia de nuestro pequeño cuando se inventa la letra de una canción o cuando, a través de ella, aprende palabras y desarrolla su creatividad, alimentando su mundo con nuevas aventuras y de nuevas sensaciones.

Está más que comprobado que los beneficios de la música son múltiples y muy variados, que van desde los beneficios físicos hasta los psíquicos.

Por ejemplo, el conocido “Método Tomatis” señala que la música estimula la inteligencia de nuestros pequeños aumentando el potencial eléctrico de su cerebro. De hecho, el poder de una melodía puede colaborar en la mejora física y emocional de nuestros pequeños. Es lo que conocemos por el poder curativo de la música.

Las notas musicales, las melodías en sí, ayudan a equilibrar los estímulos de la hiperactividad infantil, crean nuevas conexiones neuronales, mejoran la coordinación y equilibrio en problemas motores y actúan en variables de comportamiento o frecuencia cardíaca en bebés prematuros. Además, la música ayuda a aumentar la memoria y a mejorar la fluidez de expresión, a la vez que refuerza el lenguaje e influye en el estado de ánimo, cuestiones siempre a reforzar en nuestros niños con pérdida auditiva.

La música es un instrumento de desarrollo y crecimiento personal que ayuda a los niños a expresarse, desinhibirse, reforzar la autoestima… Incluso en aquellos que no pueden oírla de la misma manera que el resto, pero sí pueden sentir las vibraciones y las sensaciones que produce, además de seguir el ritmo y los movimientos.

En este sentido, la musicoterapia puede favorecer en niños con deficiencia auditiva en los siguientes aspectos:

  • Integración escolar y social.
  • Fomento de las interacciones sociales.
  • Desarrollo psicomotor.
  • Desarrollo sensorial y perceptivo.
  • Desarrollo del intelecto.
  • Mejora del lenguaje y la locución. Ayuda a que el habla sea más rítmica.
  • Incremento de la confianza y la autoestima.
  • Mejora del equilibrio y de la postura.

En nuestros centros GAES Junior, nuestros audioprotesistas velan para que los pequeños puedan escuchar con la mayor nitidez posible las carcajadas de su alrededor y puedan bailar con la música que los acompaña. Porque queremos que vosotros y vuestro hijo o hija disfrutéis juntos cantando, tocando instrumentos y tarareando melodías que os acompañen durante el resto de vuestra vida.

La música ayuda a nuestros pequeños a conectar con sus sentimientos y a potenciar su imaginación.

Ayudemos a que nuestros hijos crezcan con el ritmo de una vida repleta de hermosas melodías que recordar.

Fuentes:

todopapas.com y GAES Junior

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