Enfermedades de oído

La otitis media: síntomas, causas y prevención

La Otitis media en la infancia

La otitis media es una infección que afecta fundamentalmente a niños, especialmente hasta los tres años.La otitis media es una patología muy común en la infancia, con un promedio de dos a tres episodios anuales y casi siempre acompañada de una infección respiratoria alta, como puede ser un resfriado.

Surge generalmente en primavera e invierno con la aparición de asmas y enfermedades respiratorias contagiosas, sobre todo cuando los niños comparten lugares comunes con otros niños, como por ejemplo en la guardería. Y es que la otitis media en sí misma no es contagiosa, pero las causas que la generan sí.

La principal consecuencia de la otitis media es la inflamación u obstrucción del conducto que une la caja del tímpano con la zona nasofaríngea (Trompa de Eustaquio) a causa de la presencia de virus y bacterias. Estos llegan a multiplicarse, produciendo moco y pus que aumentan la presión en el interior del oído. Esta presión o inflamación es la causante del dolor en el niño.

A menudo no pensamos que un resfriado puede derivar en una otitis media, pero si nos fijamos bien en las reacciones del bebé podremos llegar a ver que se trata de algo más que un simple resfriado.

Síntomas de la Otitis media

Os detallamos algunos de los síntomas:

  • El dolor. Si el bebé se queja insistentemente y llora con facilidad es que hay un mal más intenso en sus oídos. También suelen acompañar a este dolor fiebre, vómitos y/o diarrea. Una forma de reconocimiento: si presionas el oído del niño durante unos segundos, le molesta y reacciona llorando.
  • Problemas con la alimentación. En los lactantes se pueden ver actitudes de rechazo al biberón y de que le cuesta más comer o incluso que lloran mientras comen. Esto es porque al tragar se mueve ligeramente el oído y le produce dolor.
  • Trastornos del sueño. Que el bebé no descanse bien, llore por las noches o se muestre intranquilo.
  • Supuración, si al bebé le supura el oído.
  • Otra evidencia que puede exteriorizar el bebé es que se toque continuamente el lóbulo de la oreja.
  • En los niños más mayores, que pueden expresarse con más facilidad, se refieren a la sensación de tener el oído tapado e incluso de oír menos.

Además de los síntomas enumerados anteriormente, la otitis media no tratada puede dar como resultado todos o alguno de los siguientes trastornos:

  • Infección que se propaga a otras partes de la cabeza.
  • Pérdida permanente de la audición.
  • Problemas con el habla y el desarrollo del lenguaje.

Prevención frente a la Otitis media

Para evitar que el bebé sufra una otitis media podemos tomar algunas precauciones.

  • En primer lugar, amamantar al bebé hará que sea menos propenso a contraer otitis media ya que la leche materna contiene anticuerpos que protegen de infecciones.
  • En el caso de alimentarlo con biberón debemos mantener al bebé lo más vertical posible para evitar que la leche entre en las Trompas de Eustaquio.
  • También, debemos evitar que el bebé o niño esté cerca del humo de fumadores o en ambientes donde se acumule mucho polvo.
  • Y, en último lugar, ayudar a prevenir resfriados y otras enfermedades teniendo al día las vacunas del bebé, o bien evitando que el bebé se mueva en ambientes víricos.

Posible tratamiento de una infección aguda del oído medio.

El tratamiento específico para la otitis media será determinado por el pediatra de vuestro hijo basándose en lo siguiente:

  • La edad del niño, su estado general de salud y sus antecedentes médicos.
  • La gravedad del trastorno.
  • La tolerancia del pequeño a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
  • Las expectativas respecto de la evolución del trastorno.
  • Vuestra opinión o preferencia.

El tratamiento puede incluir:

  • Medicamento con antibióticos orales o gotas para el oído.
  • Medicamentos para el dolor.

Muchos médicos recetan un antibiótico, por ejemplo, amoxicilina, que debe tomarse por un período de siete a diez días. En algunos casos, el médico también recomienda analgésicos que se venden sin receta, tales como acetaminofén o ibuprofeno, o también gotas para los oídos, que ayudan con la fiebre y el dolor.

Si el médico no puede hacer un diagnóstico definitivo de otitis media, y su hijo no tiene un dolor de oído severo ni fiebre, quizá le pida que espere uno o dos días para ver si desaparece el dolor. La Academia Americana de Pediatría recomienda a los médicos observar con cautela a niños con infección del oído sin diagnóstico definitivo. En especial hay que aplicar controles a niños entre las edades de 6 meses a 2 años. Si no mejoran durante las primeras 48–72 horas desde el inicio de los síntomas, las normas recomiendan a los médicos iniciar la terapia de antibióticos. A veces el dolor no se debe a una infección y algunas infecciones del oído mejoran sin necesidad de antibióticos. El uso cuidadoso de los antibióticos, y con buena justificación, ayuda a evitar el desarrollo de bacterias que se vuelven resistentes a ellos.

Si el médico receta un antibiótico, es importante estar seguro de que su niño lo tome exactamente como fue recetado y durante la cantidad de tiempo indicada. Aunque su hijo parezca estar mejor en unos pocos días, la infección no ha desaparecido por completo del oído. Si se deja de dar el antibiótico antes de tiempo, la infección puede volver. También es importante volver con el niño al pediatra para que éste verifique si ya no hay infección y pueda suspender, o ajustar, la toma de medicamentos.

Si el líquido permanece en los oídos durante más de tres meses, el médico de su hijo puede sugerir la colocación de pequeños tubos en ellos. Este procedimiento quirúrgico, llamado miringotomía, consiste en realizar una pequeña abertura en el tímpano para drenar el líquido y aliviar la presión del oído medio. Una vez que se drena el líquido, el niño recupera la audición.

El especialista también puede recomendar la extirpación de las adenoides en vuestro hijo si éstas se hallan infectadas. Este procedimiento ha demostrado resultar beneficioso para algunos niños con otitis media.

Consultad siempre con el pediatra acerca de las opciones de tratamiento, el cual dependerá del tipo de otitis media que vuestro pequeño tenga.