Otitis alérgica: un mal primaveral

Con la llegada de la primavera las personas alérgicas, niños y adultos, ya empiezan a notar sus síntomas. A veces de golpe. Otras, paulatinamente. Estornudos, picor de ojos y/o irritación de garganta, sarpullidos… pero el oído también puede resentirse, especialmente en los más peques de casa.

En esta estación es muy común padecer de Otitis alérgica, que se produce cuando ciertos alérgenos ingresan en el organismo a través de la garganta, nariz u oído. Esto puede generar infección en el canal interno del oído ocasionando así lo que se denomina Otitis alérgica, que incluso, podría derivar en una infección; esta puede provocar desde mareos hasta pérdida de equilibrio o la temida pérdida de audición.

Los bebés y niños más pequeños son aún más propensos a sufrir infecciones de oído debido a su aún reducido sistema inmunológico, y uno de los factores de riesgo principal se encuentra en las guarderías al convivir tan de cerca con posibles focos de infección. Por tanto, al más mínimo indicio de alergias, resfriados o dolor de oído, es importante acudir al pediatra para que el médico inicie cuanto antes un tratamiento para evitar que la sintomatología vaya a más o la situación derive en una infección del canal auditivo.

Para esta afección, existen 3 tipos de infecciones a considerar:

  • La otitis externa.
  • La otitis media.
  • La otitis interna o laberintitis.

Tipos de otitis alérgica

Otitis externa

Es causada por bacterias que afectan al conducto auditivo y los huesos en la base del cráneo. La inflamación puede dañar los huesos, y también afectar partes del cerebro.

Síntomas más comunes:

  • Fiebre
  • Drenaje en el oído (de color amarillo o verde amarillento y con olor fétido)
  • Dolor de oído
  • Hipoacusia (deficiencia auditiva)
  • Prurito en el oído
  • Pérdida de la voz

Tratamientos: Este tipo de otitis se trata con antibióticos por vía oral, analgésicos, gotas para el oído y cortico esteroides que reducen la inflamación y la mucosidad.

Otitis Media

Es una infección que abarca al oído medio (detrás del tímpano), donde éste se inflama y se llena de fluido. La trompa de Eustaquio drena el líquido que se produce en el oído medio, y si esta trompa está bloqueada, el líquido se acumula originando una mala ventilación y una irritación de la mucosa del oído medio.

Síntomas más comunes:

  • Presión en el oído
  • Drenaje en el oído
  • Pérdida de equilibrio
  • Problemas de audición
  • Fiebre
  • Mareos

Tratamientos: Generalmente se trata con analgésicos y antibióticos. Algunas veces el drenaje es una opción, presionando el tímpano para que la mucosidad pueda salir con más facilidad, pero suele ser muy molesto para el niño.

Otitis Interna o laberintitis

Las partes del oído interno se irritan e hinchan. Esto puede ocasionar vértigo y provocar hipoacusia. Tener un resfriado o gripe puede desencadenar esta afección. Con menos frecuencia, una infección del oído puede conducir a la laberintitis. Otras causas incluyen alergias o ciertos medicamentos que son malos para el oído interno.

Síntomas más comunes:

  • Náuseas
  • Vómito
  • Vértigo
  • Desequilibrio

Tratamientos: Este tipo de otitis se trata con antibióticos, antihistamínicos o sedantes como el diazepam para calmar el vértigo (medicamento utilizado principalmente para la ansiedad y en otros tratamientos derivados de dicha afección.)

¿Por qué podemos perder audición en primavera?

Las vías respiratorias son las principales vías de nuestro organismo afectadas cuando padecemos una alergia o resfriado en primavera. Por eso, tenemos la sensación de una mayor presión en los oídos. Pero, ¿por qué sucede?

Esto ocurre porque las trompas de Eustaquio, que conectan el oído medio con la naso-faringe, se inflaman y disminuyen su diámetro provocando que la ventilación del oído medio también se vea afectada. En consecuencia, el oído medio reacciona produciendo una mucosidad que tapona los oídos que puede provocar una disminución de la audición o incluso infecciones o lesiones auditivas, sobre todo en los niños, ya que sus trompas de Eustaquio están menos desarrolladas.

Alrededor del el 50% de personas sufren infecciones en sus oídos provocadas por una alergia primaveral.

El doctor Juan Royo, otorrino especialista de la comunidad Viviendo el Sonido de GAES, remarca que “la sensación de taponamiento en los oídos, incluso ruidos y disminución de la audición, se asocia a los síntomas de la rinitis alérgica. Es la llamada ototubaritis, o la otitis media secretora cuando hay moco en el oído medio. Cuando esto ocurre, es conveniente acudir al especialista para comprobar el estado de los oídos, por si fuera necesario añadir algún tratamiento más específico que los antialérgicos para solucionar el problema ótico”.

Recomendaciones

  • A la más ligera sospecha de otitis, debe llevar a su peque al pediatra, donde le deberán remitir al otorrinolaringólogo. Recordad que la otitis es una de las causas más importantes de la pérdida auditiva infantil.
  • Es importante tener al niño resguardado de todos aquellos alérgenos que le puedan ocasionar resfriados e infecciones. Usar antihistamínicos y mascarillas para cuando van a estar más expuestos a dichos alérgenos, puede ayudarle a evitar catarros innecesarios.
  • El niño deberá lavarse muy bien las manos después de haber estado jugando en el exterior, así como la cara y zonas aledañas.
  • El peque no deberá introducirse ningún objeto en el conducto auditivo (Ni siquiera los bastoncillos higiénicos), aunque siempre podrá limpiarse el pabellón auricular cuando vea la necesidad.
  • Mantener siempre los oídos secos. Si habéis apuntado a vuestro hijo a clases de natación o si tenéis pensado pasar unas vacaciones en zonas más cálidas donde disfrutaréis de un buen chapuzón, no olvidéis llevaros los moldes de baño para el oído para vuestros peques.
  • Una alimentación equilibrada ayudará también a reforzar el sistema inmunológico de nuestro niño, así como una correcta higiene y ejercicio físico.

Cualquier prevención es poca, pero es importante evitar complicaciones que hagan que vuestros peques corran mayor riesgo de pérdida auditiva.

Así que, en esta primavera, no olvidéis una buena dosis de antihistamínicos, mascarillas y limpieza. Siempre es mejor prevenir que curar.