Consejos para que este proceso de adaptación sea lo más corto y fácil posible

En ciertos casos, acostumbrarse al uso de los audífonos es un trabajo que afronta diferentes retos. Además, interactúan diferentes factores, como el emocional o el psicológico, que desempeñan una función importante en dicho proceso.

Los niños pasan mucho tiempo durmiendo y durante ese período de tiempo no llevan los audífonos puestos. Pero a medida que el niño crece, va aumentando el tiempo que pasa despierto, durante el cual el uso del audífono es primordial.

Por eso, queremos darte algunos consejos para que este proceso sea lo más corto y fácil posible, en especial, para los más pequeños de casa.

Crear una rutina estableciendo que los audífonos forman parte de ella

Comenzar de forma gradual, pero teniendo en cuenta que los audífonos son parte del día a día. Esto juega un papel importante a la hora de establecer una comunicación entre los padres y el niño desde el primer día. Si se le ponen los audífonos al principio de la mañana y no más tarde, los padres y el niño/a podrá establecer una rutina que será la clave para que el niño pueda identificar la voz de los padres. Esto aportará una connotación positiva hacia los audífonos para ambas partes.

Puede ser útil anotar las horas de uso del audífono en un calendario. Esto le animará a conseguir el objetivo de un uso continuado. Para poder ver el progreso, y tener una imagen completa, podéis anotar también los nuevos sonidos a los que el niño/a reacciona o hace.

Acostumbrarse si aparecen las primeras molestias

En ocasiones, sobre todo durante los primeros días de uso, se pueden experimentar picores, molestias e incluso pequeñas irritaciones. Esto es normal, ya que se trata de un objeto nuevo que entra a formar parte del día a día.

De todas formas, es importante aguantar y no quitárselo de la oreja porque así el niño/a se irá acostumbrando a estos dispositivos y, con el paso del tiempo, será un elemento tan natural que ya no le molestará en ningún momento.

Comenzar con el volumen bajo y crear un ambiente apropiado para escuchar en casa

Una solución para ayudar al proceso de adaptación pasa por ajustar el volumen, comenzando por el más bajo y aumentando gradualmente hasta establecerlo en el adecuado para cada niño o niña.

Es totalmente normal que al principio se piense que el volumen es demasiado alto, ya que puede escuchar sonidos que antes no percibía. Por eso, también es importante crear un ambiente apropiado para escuchar en casa.

¿Cómo? Mantener el ruido de fondo al mínimo. Por ejemplo, apagando la televisión o la radio. De esta forma, no se agobia al niño con demasiados sonidos, todos al mismo tiempo. Por el contrario, trate de que cada sonido del entorno tenga sentido y sea agradable.

Al principio, evite los ambientes bulliciosos, como un restaurante ruidoso o un gimnasio lleno de gente.

No comparar con el uso de otros dispositivos como las gafas

El proceso de adaptación no es igual. Es muy importante tener esto en cuenta porque, mientras que con las gafas se nota la mejoría de manera inmediata, con los audífonos se requiere un tiempo para habituarse.

El tiempo para acostumbrarse puede variar en función de diversos aspectos, como del niño/a o del grado de deficiencia auditiva que tenga. Pero, en cualquier caso, hay que ser consciente de que se va a llevar a cabo un proceso de adaptación; y para que este proceso sea más eficiente hay que estar mentalizado con el fin de que no afecte psicológicamente al pequeño/a de la casa.

Implicación de la familia y amigos

Cuando se adaptan audífonos a niños de corta edad, es muy importante que los amigos y la familia los admiren y expresen su fascinación por ellos. De esta manera, el niño se convencerá de que los audífonos son una experiencia positiva y emocionante.

Mantener un diálogo continuo con el profesional de audición

Cuanto más pueda el niño/a hablar sobre su experiencia con los audífonos, más información tendrá el/la profesional para ajustarlos con la finalidad de que le rindan mejor. De la misma manera, hacerse pruebas de audición con regularidad, para controlar cómo se desarrolla con el paso del tiempo.

En cualquier caso, hay que tener muy en cuenta que lo más importante de la fase de adaptación a los audífonos es que se trata de un proceso paulatino y conllevará retos para todos los miembros de la familia, así como beneficios.

También puede ser de utilidad hablar con otras personas que tengan una situación similar, ya que es probable que con su experiencia os pueda ayudar y dar consejos de utilidad de cara al futuro.

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