Audición en bebés: Cuidado del oído

Consejos para cuidar los oídos de vuestro bebé, previniendo la pérdida auditiva y la sordera infantil.

La importancia del cuidado del oído y la estimulación auditiva en recién nacidos

Ya desde el vientre materno, nuestros bebés empiezan a oír sonidos que les ayudan a crear conexiones neuronales y que les proporcionan tranquilidad o excitación. Es por ello que, desde que nacen, es fundamental cuidar de su salud auditiva con mucho mimo y atención. Asimismo, siempre recomendamos hacerle su revisión auditiva para verificar y detectar a tiempo posibles deficiencias auditivas.

Es importante mantener siempre nuestra atención al entorno que rodea al pequeño, pues algo tan simple como una infección, puede ocasionar una pérdida de audición permanente. Asimismo debéis observar a vuestro hijo para valorar si oye bien siempre, si oye bien por temporadas… 

También es muy importante jugar con vuestro hijo, estimularle y hablarle continuamente. Por ejemplo, ir hablándole y explicarle todo lo que hay en su entorno cuando lo paseamos en su cochecito o va cogido de vuestra mano. Es bueno explicarle todo aquello que vaya viendo y que le llame la atención. Es una buena manera de que vaya adquiriendo mayor riqueza de lenguaje.

Consejos para la prevención de deficiencias auditivas en vuestros bebés

No usar bastoncillos

No es bueno introducir bastoncillos en sus oídos

Los oídos de los bebés y los niños son muy delicados y el hecho de que produzcan cerumen no significa que estén sucios ya que tiene un efecto protector. Los oídos deben limpiarse solo de manera superficial, debéis saber que la cera de los oídos les protegen de las otitis.

La limpieza debe ser externa y conviene hacerla durante  el baño, con un paño húmedo o toallita. Debéis limpiar bien el conducto auditivo y el pabellón auricular, no metiendo nada en el conducto, ni siquiera un bastoncillo para evitar taponarlo. Con los bastoncillos lo que se logra es empujar el cerumen hacia la parte interna del oído y esto puede provocar tapones que a la larga pueden producir infecciones, además de daños en el tímpano.

Cuidado con el agua

Evitar que entre agua en sus oídos

En el momento del baño o si lo lleváis a la piscina, debéis intentar no mojar sus oídos. El agua puede almacenarse en el oído medio e interno y producir así otitis, si  el pequeño tiene tendencia a los catarros deben de evitar el buceo y en caso de otitis no deben de mojarse los oídos. Durante el invierno, las otitis se generan sobre todo por los cambios de humedad y temperatura. Es muy importante que les sequéis bien los oídos al salir del agua.

Si tenéis miedo de que se mojen sus oídos, os recomendamos el uso de moldes para el baño, que ayudarán a que tu bebé esté bien protegido, se podría consultar con el especialista la conveniencia de usarlos.

Cuidado con el ruido

No exponer al pequeño a entornos con mucho ruido

Los oídos de los bebés y niños pequeños son más sensibles a cualquier estímulo externo. Están recién incorporados al mundo y cualquier luz cegadora, ruido estruendoso o movimiento brusco, les puede provocar alteraciones sensoriales negativas. Es bueno guardar un clima de tranquilidad, juego moderado y temperatura cálida, para cuidar de su salud.

Entornos donde nuestros niños se exponen a sonidos de intensidades muy altas de ruido durante un tiempo prolongado, como conciertos, fiestas populares, etc, pueden suponer un riesgo para su salud auditiva, por lo que es fundamental hacer uso de protectores. Se recomienda evitar los ruidos intempestivos como petardos, disparos y explosiones de cualquier índole, alejarse de las fuentes de ruido, disminuir el ruido que generamos en el propio hogar y reducir el tiempo de exposición a sonidos de alta intensidad en general.

Protégele del aire y el frío

Protege sus oídos del viento y el frío

Si le das un paseo al bebé, es necesario taparle bien su cabecita y oídos pues el viento y el frío contribuyen a crear infecciones y a debilitar el sistema inmunológico.

Si tu bebé está resfriado, debes vigilar especialmente sus oídos, pues la mucosidad e infección tienden a subir por los conductos nasales hasta el conducto auditivo, provocando infecciones, otitis o tapones en los oídos.

Protégele del entorno

Protégele de entornos insanos o contagiosos

El bebé no debe estar en entornos llenos de humo, no sólo porque contamina sus pulmones, sino porque además, puede ocasionar infecciones en las mucosas, como en los oídos.

Además debemos evitar tener al bebé cerca de personas o niños con síntomas gripales para prevenir que el pequeño se contagie. Aunque muchas veces eso es pedir mucho, pero si podemos controlar la higiene de nuestro pequeño especialmente después de ciertos contactos: lavándole las manos, bañándole, cambiando de ropa,...

Cuida su salud general

Cuida su salud y alimentación

Tener a vuestro hijo al día con las vacunas ayuda a prevenir posibles catarros o virus del sistema respiratorio y en consecuencia, le previenen de resfriados o infecciones que puedan generarles problemas en el oído.

Además, siempre es bueno mantener además a nuestro bebé bien alimentado y protegido para que se haga más resistente a cualquier tipo de virus. Esto incluye que la mamá, el papá o quien se ocupe del pequeño, tengan las manos limpias siempre que cuiden del niño, pues transmitimos bacterias que, a veces, al sistema inmunológico de nuestro bebé le cuesta rechazar.

Acudir al otorrino

Acudir al otorrinolaringólogo

En caso de sospecha de pérdida auditiva en un niño por parte de sus cuidadores, padres o profesores, se recomienda acudir al especialista, ya que aun en ausencia de dolor, fiebre o secreción, puede existir una otitis serosa, que de no ser bien tratada puede cronificarse y derivar en hipoacusia y otitis media crónica.

En caso de inflamación, dolor, taponamiento, zumbidos, secreción de oído y síntomas derivados de alguna afección auditiva, es importante consultar con el especialista (pediatra y otorrino) ya que pueden derivar en problemas serios de la audición.

 

Protectores auditivos para bebés y niños


Cuando nuestros hijos aún son demasiados pequeños para percibir los riesgos y molestias que puede ocasionar en sus oídos el agua o los ruidos debemos ser más precavidos. En GAES Junior contamos con múltiples protectores auditivos adecuados a cada situación que te permiten prevenir a tu hijo/a de los riesgos y dejarlo disfrutar plenamente.

Protectores para el agua

Para que tus hijos disfruten de las actividades acuáticas con la protección adecuada a sus oídos.

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Protectores para música

Escuchar la música en cualquier ambiente sonoro a menor intensidad porque están fabricados a medida.

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Protectores para el ocio

Para disfrutar de espectáculos y actividades de ocio con los oídos protegidos.

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El oído del niño

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Detección precoz de pérdida auditiva

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Estimulación auditiva en bebés

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